Alrededor de un 70% de los viñedos andaluces se encuentran hoy día amparados por alguna de las denominaciones de origen que para ellos hay establecidas, que son siete: Condado de Huelva, Vino Naranja del Condado de Huelva, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Jerez, Montilla-Moriles, Málaga y Sierras de Málaga.
De todos es sabido que el cultivo de la vid y su tratamiento para la elaboración del vino es en Andalucía una tradición milenaria. En efecto, para las antiguas civilizaciones asentadas en cualquiera de las provincias andaluzas la producción del vino constituía casi un objeto de culto y es por ello que hoy podemos disfrutar en esta bendita tierra de variedades de sabor, de olor, de color y de matices que son realmente extraordinarias.
Siete son las Denominaciones de Origen de que disfrutan los vinos andaluces, abarcando desde los amontillados de Córdoba a los dulces malagueños, sin olvidar los blancos jerezanos o los caldos del Condado.
Reconocida allá por 1945, bajo esta denominación se agrupan vinos Generosos, Dulces y Blancos de la campiña cordobesa. Y es que esta clara y ondulada tierra es muy rica en carbonato cálcico pero muy escasa en organismos naturales y de ahí el característico sabor de sus caldos. Las variedades de uva permitidas para esta denominación es la blanca Pedro Ximénez, Lairén, Torrontés, Moscatel y Baladí.
Su zona de producción se caracteriza por el privilegio absoluto de tener al Parque Nacional de Doñana y municipios aledaños de Huelva como la zona de crianza y envejecimiento de sus vinos amparados, entre los que podemos encontrar Tintos, Generosos, Generosos de Licor, Vinos de Licor o Blancos. La brisa del Atlántico y unas más que cálidas temperaturas medias anuales hacen que los vinos y vinagres de Huelva disfruten de dos DO, elaborando sus caldos con uvas Zalema blancas, Listán B, Garrido Fino, Palomino Fino, Pedro Ximénez, Sauvignon Blanc, Moscatel de Alejandría, Colombard y Chardonnay.
Es esta una denominación de origen creada para arropar vinos aromatizados con origen en el Condado de Huelva, con la peculiaridad estos de disfrutar de un sistema de elaboración y de crianza basado en hacer pasar a un vino blanco con DO «Condado de Huelva» a un proceso especial de aromatización; a un primer macerado de cortezas de naranjas le sigue un elaborado proceso de envejecimiento a través del sofisticado sistema de criaderas y de soleras durante un período no inferior a los dos años.
Desde 1933, el sabor de cualquier aperitivo se puede apreciar mucho mejor cuando lo acompaña cualquier modalidad del vino dulce con DO ‘Málaga’, vinos que son complemento exquisito también a la hora de degustar queso y sobre todo con los postres, del tipo que sean. En cuanto a sus variedades autorizadas, hay que citar las Moscatel de Alejandría y la Pedro Ximénez como preferentes, aunque también son aptas la Lairén, Romé y la Doradilla. Entre sus vinos protegidos encontramos los Vinos Naturalmente Dulces y los Vinos de Licor.
Gestionada junto con la anterior por un único Consejo Regulador, esta DO andaluza permite que se elaboren tintos y rosados de las variedades Cabernet Sauvignon, Syrah Romé, Merlot y Tempranillo. Asimismo se elaboran blancos de la variedad Moscatel de Alejandría, Pedro Ximénez, Chardonnay, Sauvignon Blanc, etc.
1933 fue, como para tantas otras, el año de la aprobación de esta DO andaluza de altísimo nivel. La zona principal para la elaboración de los vinos que esta ampara es la zona de Sanlúcar de Barrameda que, junto con los municipios de Jerez de la Frontera y de El Puerto de Santa María, constituyen el afamado y prolífico ‘Marco de Jerez’. Unos inviernos suaves, sus veranos de altas temperaturas, los vientos tanto del este como del oeste (Levante y Poniente) y, sobre todo, sus más de 300 días de sol de media anual, hacen de esta zona la ideal para el cultivo de sus uvas autorizadas: Moscatel, Pedro Ximénez y las blancas Palomino.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.